
“Sabía que viajaba a Nueva York y quería hacer un video clip con mi teléfono celular. Así que le pedí indicaciones a mi amigo director, y él me mandaba WhatsApp: ‘filmá de tal manera, enfocá así, hacé zoom en las esquinas de Manhattan´, y yo improvisaba tratando de captar el ritmo agitado de la ciudad’», comentó Lange sobre la filmación en Estados Unidos.
Y agregó: «Después, en Buenos Aires, filmamos con cámaras profesionales en el salón y en mi oficina de La Confitería Centro Cultural, y todo eso terminó en la isla de edición. Me gusta porque es algo muy casero y a la vez tiene una frescura que me recuerda a videos que me gustaban de chico”.